Cocinas solares, una forma amigable de reducir el consumo de gas

Recientemente hemos visto cómo las cocinas eléctricas y muchos dispositivos eléctricos han mejorado la calidad de los alimentos que preparamos. Ahora, con la preocupación respecto a la producción de gas a nivel mundial, las emisiones hacia la atmósfera, nació la necesidad de crear una nueva forma de cocinar.

Ya existen las cocinas a base de aire, que hacen circular aire de forma uniforme por medio de ventiladores que están conectados a unas resistencias térmicas que gradúan su temperatura de forma digital, o de perillas; sin embargo salta la curiosidad cuando hablamos de cocinas que trabajan con los rayos UV.

¿Cómo funciona una cocina solar?

En teoría, funciona de la siguiente manera. En la parte superior,  o más externa, de la vivienda deben existir unas celdas solares que reciban y almacenen la radiación solar. Esta será transformada en energía eléctrica y transmitida a la cocina cuyas resistencias irán calentándose hasta alcanzar la temperatura deseada. La idea es absorber los rayos ultravioleta, retener los rayos infrarrojos para calentar las áreas reflejan esa energía calorífica. Es como cocinar en una antena parabólica apuntada directamente al sol.

Hay personas que han diseñado parrilleras para cocinar con energía solar de forma aficionada, y han resultado un éxito haciéndose populares entre sus vecinos y amigos.

Tiene sus ventajas, ¿pero cuánto cuesta?

Es bastante económica, la verdad. Puedes armar la tuya en casa, los materiales son bastante comunes. En las redes sociales hay múltiples videos de cómo armar una y no morir en el intento. Cuanto más especializadas sean las especificaciones, mayor será su precio; eso es algo que se debe tener en cuenta. Puedes empezar por el modelo más común que encontrarás: Una antena parabólica, cubierta de papel aluminio, y que esté apuntando directamente al sol.

Además de ser amigable con el ambiente, también te da calidad de vida. Pues puedes disfrutar del entorno con la tranquilidad de que tus alimentos quedarán bien cocidos. En efecto, tardará más tiempo pero sigue siendo efectivo.

¿Es viable para uso industrial, o para grandes restaurante?

El problema principal que nos planteamos con estas cocinas es: ¿Qué pasa si es un día nublado?

Si contratas a un cerrajero para abrir cerraduras, debes contratar a alguien que te asesore en materia de celdas solares, capacidad de percepción de radiación, almacenamiento, y otros temas de interés para que puedas diseñar una cocina solar que se adapte a tus necesidades.

Lo ideal para comenzar es ver tutoriales en internet al respecto y documentarse a nivel técnico sobre la factibilidad de su uso en un restaurante. Pues requiere de una gran inversión que implica baterías para almacenar la energía que se obtuvo durante el día para mantener el servicio de la noche, en su defecto limitar el horario de atención al público a las horas donde aún se disponga de la luz del día para cocinar. Lo mismo sucede a nivel industrial, pues implica una inversión a mayor escala.